El Gobierno ha presentado una innovadora propuesta para transformar el sistema de transporte público con el fin de elevar la calidad del servicio, acortar los tiempos de espera y eliminar las denominadas «reguladas», prácticas que han impactado durante años la movilidad urbana y la calidad de vida de miles de personas. Esta iniciativa es parte de un plan integral de modernización que busca satisfacer una demanda histórica de la población: contar con un transporte eficiente, previsible y seguro.
El plan fue anunciado por las autoridades encargadas del área de transporte, quienes explicaron que la reforma será implementada en varias etapas, iniciando con un diagnóstico técnico profundo sobre la frecuencia, cobertura y puntualidad de las unidades actuales. Según lo previsto, una de las prioridades será evitar que los usuarios deban esperar largos periodos por un bus, problema que se ha convertido en parte de la rutina diaria de los pasajeros, especialmente en horarios pico.
Uno de los aspectos centrales de la reforma es la eliminación progresiva de las “reguladas”, una práctica ampliamente criticada por los usuarios y considerada perjudicial por expertos en movilidad urbana. Las “reguladas” consisten en una reducción intencional de la frecuencia de buses en determinadas horas o rutas para generar mayor demanda, con el fin de que los vehículos circulen llenos, priorizando intereses económicos por sobre el servicio. Las autoridades han sido enfáticas en que esta práctica será combatida mediante una combinación de monitoreo tecnológico, fiscalización y sanciones efectivas a las empresas que no cumplan con sus obligaciones contractuales.
Como parte de esta transformación, se contempla una reorganización del itinerario de las líneas de buses y la reconfiguración del sistema de frecuencias, de modo que las unidades circulen con intervalos regulares y predecibles. Para ello, se implementará un sistema de monitoreo satelital y un centro de control de operaciones que permitirá supervisar en tiempo real la ubicación de cada vehículo. Esta herramienta también servirá para alertar sobre demoras, cambios de ruta y otras incidencias, tanto a los supervisores como a los usuarios, a través de aplicaciones móviles.
El Gobierno también busca optimizar la infraestructura relacionada con el transporte público. Se planea establecer nuevas estaciones con techos, asientos, luces y señalización digital que proporcionen información en tiempo real sobre la llegada de los autobuses. De igual manera, se fomentará la implementación de carriles exclusivos para el transporte colectivo, con el fin de disminuir el tiempo de traslado y elevar la velocidad promedio de los autobuses.
Al mismo tiempo, se espera una actualización gradual de la flota, dando prioridad a la adopción de vehículos que sean más actuales, accesibles y respetuosos con el entorno. Las autoridades comunicaron que, en un plazo intermedio, se intentará reemplazar las unidades más viejas por autobuses eléctricos o híbridos, lo cual también ayudaría a reducir la contaminación en las ciudades más importantes.
Otro componente clave del plan es el fortalecimiento institucional del sistema de transporte. En ese marco, se revisarán los contratos con las empresas prestadoras del servicio, se establecerán mecanismos de evaluación periódica del desempeño y se fomentará la participación de nuevos operadores, con el objetivo de aumentar la competencia y mejorar la calidad del servicio.
Los responsables del proyecto afirmaron que el éxito de esta reforma dependerá no solo de la acción del Estado, sino también del compromiso de las empresas y la colaboración de la ciudadanía. En ese sentido, se iniciará una campaña de concientización para promover una cultura de respeto al transporte público, tanto por parte de los conductores como de los pasajeros.
La modificación, presentada como un objetivo central del programa gubernamental, pretende transformarse en una alteración fundamental que resuelva años de problemas en el sistema de transporte público. Las autoridades esperan que los resultados iniciales se hagan evidentes en los próximos meses, particularmente en la disminución del tiempo de espera y la erradicación de conductas abusivas que han dañado la confianza del público en el sistema.